¿Niños problemáticos?

¿Niños problemáticos?

26 junio, 2015.

Cuando nuestros hijos van creciendo, su comportamiento también va cambiando y en bastantes ocasiones no de la manera en que a nosotros nos gustaría, ya que algunas de sus conductas se convierten en conflictivas y problemáticas.

Los padres no nacemos sabiendo educar y aunque nuestra responsabilidad es enseñarles a comportarse de la manera mas adecuada, hemos de saber que muchas de las conductas se aprenden por imitación, tanto las buenas como las negativas. En la mayoría de los casos, educamos tal como nos educaron a nosotros, lo que puede conllevar graves errores porque la vida nos va obligando a hacer continúas adaptaciones y modificaciones en todos los terrenos: ni nosotros somos como nuestros padres, ni nuestros hijos como nosotros, además las circunstancias y los modelos educativos, tampoco.

 

Cuando nos centramos en la conducta de un niño es importante plantearse:

  • Si sabe que es lo que tiene que hacer
  • Si sabe como hacerlo y
  • Si sabe cuando debe hacerlo

A veces no caemos en la cuenta de que las instrucciones que damos al niño pueden no estar lo suficientemente claras para él. De ahí la importancia de especificarle qué queremos que haga, asegurarnos de que tiene los recursos necesarios para hacerlo y si sabe el momento en el que ha de hacerlo.

Podemos aprender como provocar y mantener las conductas deseadas y como modificar las indeseables y saber responder correctamente a estos interrogantes:

  1. ¿Cómo conseguir que haga lo que considero mejor?
  2. Si ya actúa bien, ¿Cómo estimularle para que siga así?
  3. Si actúa inadecuadamente, ¿Cómo conseguir que deje de hacerlo?
  4. Ya ha dejado de comportarse mal, ¿Cómo mantener esta conducta?

La respuesta estaría en utilizar “Técnicas de Refuerzo”.

Son técnicas para modificar determinadas conductas

1- Refuerzo positivo.
Consiste básicamente en recompensar inmediatamente después de que se produzca la conducta deseada. De esta manera ésta tenderá a repetirse asociada a algo que le estimula y gusta al niño.

2- Refuerzo negativo.
Si un niño realiza una acción determinada y como consecuencia le sucede algo desagradable, es poco probable que le queden ganas de repetir. Se trata de que el niño nunca saque rendimiento de una mala acción.

Necesitaremos paciencia, constancia, firmeza y una buena dosis de cariño, ingrediente sin el cual nada funciona, junto con la confianza de que el cambio positivo será posible.

 

Julia Gómez Carretero
Psicóloga/Maestra de Educación Infantil


Otras noticias:

Comentarios desactivados en El papel negativo de la sociedad en la infancia.

Comentarios cerrados

Dejar un comentario

Aviso legal || Política de privacidad || Condiciones de uso || Política de Cookies